Hace
unas semanas, navegando por facebook,
vi que algunas de las páginas que sigo, se hacían eco de la siguiente noticia
que publicaba el periódico El Mundo: "Una asignatura llamada
empatía" y
nada más leer el título, hice click
sobre el enlace y fui directamente a leer el contenido que escondía el titular.
Esta
noticia habla de una asignatura que se ha puesto en marcha este curso escolar
en algunos colegios de Canarias, llamada
Educación Emocional y para la Creatividad, e impartida en los cursos de 1º,
2º, 3º y 4º de Primaria a lo largo de dos sesiones semanales de 45 minutos cada
una.
El
Gobierno Canario introduce en el currículum esta asignatura, al ver el enorme
éxito que había tenido una iniciativa anterior llamada “parejas pedagógicas”,
en donde dos profesionales acompañaban a los niños en la transición de infantil
a primaria, a sobrellevar mejor el cambio. Y con esa idea de sobrellevar mejor
el cambio y canalizar mejor las emociones, nace Educación Emocional y para la
Creatividad.
El objetivo de esta asignatura es
“desarrollar la capacidad de gestionar de manera eficiente los sentimientos
utilizando la razón”, “de reconocer y expresar las emociones” y de “regularlas,
controlarlas y utilizarlas de forma productiva”.
La
asignatura se divide en tres partes:
1ª
parte: Alfabetización emocional, en
donde se busca que los alumnos se conozcan a sí mismos, conozcan sus emociones
y sepan apreciar emociones en sus compañeros/as, es decir, aprendan qué es la
empatía y cómo ponerse en el lugar del otro.
2ª
parte: Regulación emocional, en
donde los alumnos/as aprenden a relacionarse con los demás y a resolver los
posibles conflictos que puedan encontrarse en la escuela, en casa, en las
actividades extraescolares…
3ª
parte: Creatividad, aquí se trabaja
la creatividad a todos los niveles y de todas las maneras posibles. Esta parte
incluye infinidad de posibilidades en cuanto a temáticas de trabajo y
metodología a utilizar.
Entre
las características de esta
asignatura destacamos
- No existe libro de texto.
- Se trabaja con situaciones cotidianas de la vida de los niños/as.
- Se adapta el manejo de las emociones y la creatividad a la capacidad cognitiva de los niños/as.
- Se fomenta el trabajo en base a la premisa aprender a aprender y aprender haciendo.
- Se fomenta el trabajo emprendedor de los alumnos/as porque se les permite la implicación y participación personal en cada una de las propuestas que se dan, e incluso, los propios niños/as pueden proponer temas y aspectos que les gustaría trabajar en esta asignatura.
- Se trabaja la competencia digital, pues se utilizan soportes digitales, como la visualización de vídeos, la búsqueda de término en la web, la visita a páginas que trabajen actividades sobre las emociones…
¿Cómo trabajar las emociones, por ejemplo, el miedo?
El miedo es una emoción muy
habitual en los niños/as. De hecho, tienen miedo a cosas o elementos a los que
los adultos ni siquiera prestamos atención. En el ejemplo que plantea la noticia,
un tobogán es un elemento que causa miedo a uno de los niños y podemos
preguntarnos ¿cómo puede dar miedo un tobogán?, pues bien, debemos prestar
atención como profesionales y padres y madres y hacer un esfuerzo por
comprender por qué les da miedo un tobogán, y tratar de ser creativos para
averiguar a qué les recuerda el tobogán, si son los colores, la forma o el
lugar en el que está lo que les provoca tensión y todo ello se comprenderá
mejor y podrá ser verbalizado, si se lo planteamos a los niños y niñas como
actividades divertidas y entretenidas en las que ellos son los protagonistas.
Me encantan las palabras que incluye el
currículum de esta asignatura: “El
alumnado que es más feliz, confiado, asertivo, resiliente, original, innovador,
audaz, equilibrado… tiene más éxito en la escuela y en la vida”. Creo que
es muy importante que trabajemos con los niños/as desde bien pequeños este tipo
de emociones y sentimientos, trabajemos la resiliencia, la empatía, la
asertividad… Elementos que ayudarán en su preparación hacia la vida, elementos
que harán que sepan afrontar las situaciones con las que se van a encontrar a
diario, para canalizar mejor una rabieta, algo malo que les pase, suspender un
examen, enfadarse con un amigo, así como fortalecer también las cosas buenas
que les suceden y contribuir a que sus comportamientos vayan más encaminados
hacia la bondad.
A nivel personal creo que, la
escuela actual tiende a dejar de lado las emociones como elemento esencial de
la educación y, personalmente, me encantaría que esta iniciativa Canaria
pudiese trasladarse a otras comunidades autónomas. Considero que debería
introducirse en el currículum de toda ley educativa y especificarse cómo debe
llevarse a cabo según la etapa educativa. Veo necesario que los niños/as tengan
la oportunidad de revelar o reconocer sus sentimientos y que puedan aprender a
modelarlos y a manejarlos para comprenderlos y afrontarlos mejor.
Me gusta que sea el propio
Servicio de Ordenación Educativa de la Consejería de Educación del Gobierno de
Canarias, el embajador de esta iniciativa y que crea firmemente en ella, pues últimamente
parece que las instituciones gubernamentales se centran mucho en qué cambiamos
de esta ley educativa o de esta otra, pero poco en lo realmente relevante , que
es que, el currículum que ellos/as manejan, finalmente es adaptado a nuestras
escuelas y desarrollado en la enseñanza con nuestros niños/as y jóvenes, por lo
que acaba teniendo una repercusión directa en su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Es por ello que, esta iniciativa, parte de una necesidad real de las escuelas,
es trasladada a la Consejería y ésta ha adoptado unas medidas pioneras en
España, implantando una asignatura que, aunque aparentemente le quita terreno a
Lengua y Matemáticas, creo que a la larga se comprobará que con ella se
benefician todas las asignaturas y además, puede trabajarse la competencia
lingüística, la competencia de resolución de problemas, la competencia digital…
desde un punto de vista más creativo y enriquecedor para los alumnos/as.
Me quedo con una frase de la
noticia: “Las emociones son educables y
se necesita de un espacio y un tiempo específico para que este aprendizaje se
produzca”.
Imagen extraída de: |